LA ORACIÓN, el motor de nuestra vida.
Nuestra jornada empieza y termina en alabanza a Dios por haber recibido como carisma la contemplación. Es nuestra misión y nuestro oficio en la Iglesia, vivir la oración contemplativa hasta el fin de nuestros días. Dios y solo Dios es el origen de nuestra vocación. Él, por medio de la consagración, ha hecho de nosotras una verdadera alianza de amor y de entrega incondicional, y por eso intentamos corresponder a esta llamada con fidelidad.
La verdadera plegaria consiste en descubrir que Dios nos ama con amor infinito y por ello, debemos sentirnos amados por Él y abandonarnos en sus manos con una confianza de una hija, un hijo a su padre o a su madre.
Para mantener nuestro espíritu en continuo contacto con el Padre, nos alimentamos cada día de la su Palabra en largos momentos de rezo y reflexión, siguiendo el ejemplo de nuestra madre Santa Clara el que nos impulsa a tener siempre despierto el espíritu de súplica y devoción.
«Señor, enséñanos a orar»
Hola, buenos días, rogaría,que resaran ,por mi hija,saliera bien de la operación.
🙏
Queridas hermanas: mi nombre es María Teresa Pereira, soy auxiliar de enfermería y llevo mucho tiempo sin encontrar empleo,sin paro y sin ayuda. Suplico oren por mí para que Nuestro Señor me conceda la gracia de conseguir un empleo. Gracias Dios las Bendiga